Ahora presto más atención a mis pensamientos y dialogo interno, notando las frases negativas que me digo recurrentemente. Puedo escuchar de una mejor manera a los demás y reflexionar sobre los consejos que me dan de una manera más objetiva y neutral. Me doy el tiempo de reflexionar y preguntarme si mis creencias son verdaderas o están basadas en suposiciones, lo que me permite desafiar los sentimientos negativos y dejar a un lado la autocritica excesiva y sentimientos de culpa. Utilizar y practicar afirmaciones positivas sin tantos juicios me genera un sentimiento de libertad, plenitud y amor propio(autoestima).