Alos seres humanos se nos facilitarían bastante algunas situaciones, si por lo menos comprendiéramos las sexta ley…
Nos daríamos cuenta que todo aquello a lo que llamamos «problema» puede tener diferentes orígenes y así también distintas maneras de resolverlo.
Tendríamos más capacidad de reflexión, al mirar hacia adentro y buscar soluciones, así como responsabilizarnos de la parte que nos toca en la generación de nuestros problemas y su solución.
Los niños serían más atorreflexivos, dejarían de buscar culpables de sus problemas y serían más resolutivos al ser responsable de la parte que les toca acomodar.