Lo primero que cambió en mi fue el darme cuenta de la estrecha y directa relación que tenemos entre las emociones y lo que llamamos enfermedad, del poder que existe en nuestra mente tanto para perder nuestra salud, como para recuperarla, usando de blanco algún órgano conectado directamente con nuestra emoción, es maravilloso saber y entender eso. Qué gran importancia tiene saber esto, porque eso nos hace ser concientes de la responsabilidad directa que tenemos sobre nuestra vida (salud).
Lo segundo que también cambió en mi, fue precisamente la percepción de la «enfermedad», que realmente es una respuesta de nuestro cuerpo para ¡ayudarnos! a buscar un equilibrio, el que necesitamos en ese momento y sin darnos cuenta. Veo mi cuerpo y mi mente con mucha más admiración que antes, es tan sabio.
Otra cosa que veo diferente y que aún me cuesta integrar del todo, por lo sorprendente que es, es mi visión cerca de los microbios, sabía que existían como flora normal en nuestro cuerpo, pero de ahí a ser participes directos en la reparación y curación del cuerpo fue algo que me hizo volar la cabeza.