Si fuéramos educados desde niños en base a las leyes universales. Supongo que viviríamos en un mundo más feliz, puesto que tendríamos la capacidad de mantener equilibradas nuestras emociones y seríamos capaces de saber lo que queremos para ser felices en la vida. Sabríamos como llegar a obtener nuestras metas, sin necesidad de lastimar a nadie ni autoestancarnos.