Si se llegan a tapar las glándulas sudoríparas ocurriría que no se podría regular la temperatura corporal sobre todo no podría enfriarse el cuerpo en situaciones de calor extremo y las personas podrían morir a consecuencia, tampoco se eliminarían toxinas del cuerpo proceso que también se realiza a través de la sudoración.
Y si se obstruye la salida de las glándulas sebáseas se evitaría que la piel se mantuviera suave e hidratada, se resecaría y agrietaría, volviéndose dolorosa y a veces sangra, la grasa es un lubricante y protector natural de la piel. También se originarían bultos de grasa o lipomas que pueden ser dolorosos y se pueden infectar. La grasa acumulada en una glándula tiende a infectarse o a enquistarse.