La relación que tenemos con nuestros padres durante la infancia y la adolescencia tiene un impacto profundo en cómo construimos y mantenemos nuestras relaciones amorosas y de amistad en la madurez. Esta influencia se manifiesta a través de varios mecanismos psicológicos y emocionales: como son los diferentes tipos de apego, la autoestima y el autoconcepto, como manejamos los conflictos, las creencias, si hay empatía y en muchas ocasiones la carga del árbol genealógico, como son las lealtades familiares y muchas otras implicaciones.
En resumen, nuestra relación con nuestros padres actúa como un molde que influye en nuestras expectativas, comportamientos y la forma en que nos conectamos con otros en la vida adulta. No obstante, es importante notar que las personas tienen la capacidad de superar patrones negativos y desarrollar relaciones saludables, aunque sus experiencias tempranas no hayan sido ideales, como es las terapias en Bio o constelaciones y otras diferentes terapias que nos llevan a tener la consciencia para trascender. Karen Estrada Mora

Saludos, si, de acuerdo a todo lo que he aprendido en esta materia tan enriquecedora, en notable que en la familia se gesta la persona exitosa, o bien la persona con todos estos bloqueos que le impiden salir adelante como una persona funcional para si misma y para la sociedad.