Cada uno de nosotros tenemos una diferente manera en que se manifiestan nuestras emociones. En lo personal, enfocándonos en el “miedo” se manifiesta en el estomago y a su vez pasa a la cabeza después de haber pensado un sin fin de veces en las diversas posibilidades y/o escenarios de las consecuencias de todo eso que me esta provocando un miedo. Lamentablemente, influye mucho la educación que tuvimos en nuestra infancia en donde se crean la mayor parte de nuestros miedos. Y este es un tema importante a debatir, educación de los 80’s (por mencionar una época) en donde se nos educaba en su mayoría de una manera firme. Donde muchas veces no te atrevías a pedir ayuda por temor a mostrar la incapacidad de hacer algo, obviamente estoy generalizando y esto no es o sería aplicable a la población en general, pero si de cierto modo muchos de nosotros fuimos educados de esa manera. Y lo podemos debatir contra la tendencia a educar en los tiempos de hoy en donde se basa en el amor, comprensión, escuchar, evitar regaños severos. Como todo, hay sus ventajas y desventajas en ambas “tendencias”. Lo que definitivamente es importante es que aprendamos a tener un mejor manejo de nuestras emociones, el poder del ahora es una parte clave para lograr esa estabilidad emocional, puesto que muchas veces estamos enfocados o en nuestro pasado o en nuestro futuro… dejando pasar nuestro presente.