El acto simbólico funciona si se hace de una manera consciente de que se va a mover una estructura, es decir si identificamos una emoción que nos genera una situación de dolor, de trauma, lo que hacemos es buscar algo simbólico que represente esa situación, le colocamos una intensión y creamos una escena donde somos los actores principales y cambiamos esa estructura por una mejor para nosotros. Aquí trabajamos el inconsciente, recordemos que el cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario.