Doris Nancy Alvis Palma DD1274 – G35
La red neuronal que se me activó recientemente fue una relacionada con el robo de mi bolso cuando me encontraba caminando por la calle, lo cual ocurrió hace unos cinco años. Hace una semana, una amiga por llamar mi atención tomó mi bolso con fuerza y mi amígdala se activó acelerando mi ritmo cardiaco y acelerando mi respiración, agarrando el bolso fuertemente y agitada mi respiración porque mi hipocampo recordó que hacia esos cinco años me habían robado el bolso de la manera en que mi amiga lo tomó con fuerza tirándome por la parte de atrás. Una vez miré hacia atrás y me di cuenta de que se trataba de mi amiga, mi área septal empezó a regular mi amígdala y empecé a calmarme disminuyendo mi miedo porque no se trataba de un robo. Por lo tanto, se activó mi lóbulo frontal para activar el área de broca para activar el lenguaje hablado y luego con el lóbulo temporal hacer el procesamiento del lenguaje y el reconocimiento facial para organizar las sensaciones que tenía en ese momento, tranquilizarme y alegrarme produciendo luego de unos cuantos minutos la dopamina que produjo en mi área ventral-tegmental por ver a mi amiga que hacía muchos meses que no la veía.
La ventaja de la activación de la red neuronal fue que me permitió reaccionar frente a un posible ataque y que mi amígdala se activó frente a un posible peligro para salvarme. Y la desventaja fue que me asusté demasiado y mi sistema simpático se activo cuando se trataba de una broma.

Sí efectivamente, también estoy de acuerdo que al conocer estas leyes universales, seríamos unos seres humanos que estaríamos en otra dimensión en el relacionamiento de uno mismo con uno mismo y con los demás. La vida sería mucho más amable y gratificante en general para el ser humano. Mucho más conectados nosotros mismos, con lo otros y con la naturaleza, de donde somos.