Me permito hacer un instante santo que consiste en cerrar los ojos por 3 o 5 minutos, con respiraciones profundas y pido quitar de mi mente errada esa emoción que estoy sintiendo, me enfoco en una idea o imagen positiva, reflexiono como estoy interpretando o reconociendo lo que me afecta y que me deja de aprendizaje. Ya después me gusta meditar para gestionar dicha emoción y durante la meditación me repito “Todo está bien todo está funcionando para mi mayor bienestar después de esta situación solo llegará algo bueno a mi vida”. También hacer movimientos de mis dedos de la mano cerrando y abriendo y eso me calma es decir lo doy un significado nuevo y positivo. Con este pequeño ejercicio y la meditación siento que mi mente no afecta la parte física.