Conocí a una mujer muy valiente con leucemia, asma, pero que falleció de un paro cardíaco supuestamente producto de una embolia. Temía por sus hijos e hijas, » que tal si heredan ésto» temía. Afortunadamente hoy sabemos que lo que se hereda en realidad son los hábitos, pero éstos se pueden cambiar tomando en cuenta la experiencia anterior y haciendo conciencia de nuestro propio ser, porque, cómo decirle a un hijo que vió a su madre acabarse por las » enfermedades» que dichas jamás existieron que era la manera del cuerpo para adaptarse a las situaciones que ella vivió.
La » enfermedad» ni siquiera existe. Da miedo hacerse cargo de uno mismo pero es muy interesante y alentador tomando en cuenta que se reconoce » científicamente» que ciertos animales regeneran incluso extremidades, muchos otros se adaptan al entorno incluso cambiando colores o texturas. Entonces por qué sería diferente con los humanos si además de ser concientes de nuestra existencia y espiritualidad somos seres biológicos capaces adaptarnos al entorno «exterior», quien dice que no tenemos adaptación en nuestro» interior» también. Buscamos la vida y el bienestar, aunque no lo reconozcamos.