Después de lo aprendido con las tres primeras leyes de Hamer hay que tener muy en cuenta que el concepto de «enfermedad» es inadecuado, debemos comenzar por cambiar esta idea de que la enfermedad no destruye por el contrario la mal llamada enfermedad es una solución biológica a un conflicto experimentado por un ser vivo. Ahora he comenzado a dejar de llamar enfermedad al SINTOMA, que es la respuesta apropiada del cerebro a un trauma externo. Con las explicaciones que nos compartieron sobre las leyes de Hamer hay que entender este proceso de la siguiente manera: después de un shock dramático, inesperado, vivido en soledad, sin solución aparente, vamos a tener una alteración biológica en tres niveles: psique-cerebro-órgano. El tamaño del síntoma es equivalente al tamaño del estrés y al Foco de Hamer. Detrás de un síntoma siempre va a haber un estrés. El síntoma es la respuesta apropiada del cerebro a un trauma externo.
Al percibir un evento traumático, lo convertimos en un conflicto de tipo biológico que puede ser de hambre, de nido, de auto devaluación o de territorio y que impacta en una zona del cerebro que está relacionada y se va a conectar directamente con un órgano y un tejido y el cerebro genera un programa de adaptación ante estas circunstancias. El cuerpo manifiesta la forma en la que vivimos. Todo en el cerebro está integrado y programado en términos biológicos de sobrevivencia.
De esta forma, mi concepto y percepción de «enfermedad» ha cambiado radicalmente pues ahora entiendo que es un proceso que me salva la vida y que es un programa de nuestro cerebro para sobrevivir y tampoco debemos sentir temor por el contrario debemos entender y agradecer a nuestro cuerpo que son procesos de sanación y de reparación.