Yo diría que la honestidad siempre es un valor importante, pero no siempre significa decir absolutamente todo en cualquier momento y de cualquier forma.
La clave está en el cómo y el cuándo:
• Si lo que vas a decir es importante para la confianza, la seguridad o el respeto mutuo, callarlo puede causar más daño a largo plazo que decirlo.
• Pero si es algo que no aporta nada constructivo y solo generará dolor innecesario (por ejemplo, una opinión muy personal que no cambia nada), a veces el silencio es un acto de cuidado.
En otras palabras: honestidad sí, pero con empatía y estrategia.
Se puede ser sincero sin ser cruel, y también se puede guardar silencio sin ser falso.
Si quieres, puedo darte una forma de decidir rápidamente en qué casos hablar y en cuáles callar.