Si la Medicina Germánica fuera validada y adoptada masivamente, uno de los principales riesgos para la medicina oficial sería el cuestionamiento de su enfoque tradicional basado en diagnósticos y tratamientos estandarizados. El enfoque de la medicina Germánica, que se centra en la autocomprensión y en cómo las emociones y percepciones influyen en la salud, podría desviar la atención del tratamiento farmacológico hacia una prevención más holistica y emocional. Para el sistema de salud convencional, que depende en gran parte de la industria farmacéutica y de tratamientos físicos, esto significaría una menor demanda de medicamentos, lo que afectaría tanto la economía de los laboratorios como la relación médico-paciente.
Además la validación de este medicina implicaría que las personas empezarán a tomar un rol más activo en su propia salud, disminuyendo su dependencia de los sistemas sanitarios tradicionales. Aunque la NMG podría complementarse con la tradicional (opción que personalmente considero más factible) no sería conveniente para las grandes potencias que se benefician del modelo actual.