Si tuviera que enseñar a alguien 3 claves esenciales sobre lenguaje corporal, serían primeramente que seamos muy observadores para calibrar inicialmente cómo es una persona, sus movimientos repetitivos y a partir de ahí comenzar a evaluar sus reacciones y expresiones. La segunda sería observar muy atentamente justo después de plantear una pregunta. La tercera sería observar con mucha atención sin que nuestro consultante o paciente no se de cuenta que está siendo observado.
Esto porque brindaría confianza y naturalidad a la entrevista, al flujo amable de la información, haría más amable el proceso de la sesión terapéutica.