Una acción cotidiana es algo que realizamos de manera natural, normal o de forma rutinaria y no implica la realización de algún tipo de ritual o de algunos objetos en específico que le demos valor.
Por el contrario el realizar un acto simbólico, es estudiado, con una intención, con un propósito y nos ayuda a bajar las defensas, darle la bienvenida a actuar de manera metafórica a nuestros deseos más ocultos para así liberarnos de su influencia en nuestra vida.
Continuamente vivimos programas que nos obligan a representar un papel o a vivir de una forma determinada con trabajos que no nos gustan, profesiones por tradición familiar, relaciones sin amor, porque así fue establecido en el medio ambiente donde vivimos y creemos que debemos seguir esas mismas creencias. Sin embargo, al liberarnos de estos programas le regresamos al pasado y al árbol todo lo que le pertenece y comenzamos a vivir en el presente con todo su potencial.