A mi parecer la efectividad de un acto simbólico radica en el elemento del poder de la intención. A lo largo de la historia el poder de la intención ha sido muy a tener en cuenta, estudiado y utilizado, desde Aristóteles, las filosofías medievales, la época moderna hasta la psicología del sigo XX y el inconsciente colectivo, siendo un factor clave en las acciones humanas, en las motivaciones y propósitos. Esa fuerza individual y colectiva que funciona como una chispa de poder con el que podemos conseguir aquello que nos propongamos. Dirigiendo con convicción nuestros pensamientos con la vibración y energía en el enfoque para manifestar esa realidad unida a nuestro propósito.