El acto simbólico debe ser una decisión de transmutar un estado mental, emocional, o subjetivo que tenga la clara intensión de resolver la problemática que genera, y si aún hay dudas o no esta bien definido el objetivo es cuando puede haber el fallo, ya que al construir el acto se deben de considerar los elementos que complementen y/o refuercen la transformación de lo que se esté viviendo, así pues, se vuelve un trabajo artesanal que permite al inconsciente individual lograr trascender lo que se vive con la reorganización de la información, la repetición de acciones y/o la secuencia de los pasos que se deben seguir de manera estructurada en cada ritualización individual con todos los elementos que contenga, ésto último es lo que determinará si será o no útil.