Al principio fue difícil , creo que me dediqué más a la maternidad, olvidándome de mi ser mujer con las lógicas consecuencias de los conflictos en pareja. Me volqué a mis hijas y posiblemente hasta las usé de pretexto para alejarme un poco de mi rol de mujer. Me sentía cansada, agotada y pareciera que todo giraba en torno a ellas. Afortunadamente, conforme fueron creciendo, pude ir rescatando esa parte que dejé guardada por tanto tiempo y hoy en día puedo dedicarme a mí sin dejar de estar presente en la vida de mis hijas.