Según Christian Beyer en su libro, Descodificación Dental, los dientes son considerados como receptáculos de memorias emocionales y experiencias vividas. Cada diente se asocia con diferentes aspectos de la vida de una persona, reflejando conflictos, traumas o emociones específicas.
Por ejemplo:
Incisivos: Relacionados con la comunicación y la autoexpresión.
Caninos: Asociados con la valentía y la capacidad de tomar decisiones.
Premolares: Vínculo con la adaptación y la flexibilidad ante cambios.
Molares: Conectados a la asimilación y digestión de experiencias.
La idea central es que al abordar y sanar las emociones relacionadas con estos dientes, se puede mejorar no solo la salud dental, sino también el bienestar emocional y mental.
Martha Isela Murders