Las heridas son reflejadas en nuestro cuerpo y también en nuestro comportamiento, las vamos viviendo a lo largo de nuestra vida, una de ella mas marcada y las demás de acuerdo las vivencias del día a día, yo he podido reconocer mi principal herida en clase con la maestra, en realidad al leerla no la había reconocido pero ya con la explicación pude comprender mi herida, que ahora me queda para sanarla, cada día acariciar a mi niña interior, reconociéndola. integrándola, agradeciéndole que gracias a ella estoy aquí, engriéndola con una canción de cuna, y en cada actitud que siento que es ella actúa decirle que ahora estoy yo para protegerla, Yo tengo la herida de traición y efectivamente me dedique al levantamiento de pesas, recuerdo que alzaba 80k. en sentadillas a pesar de mi poco peso, sin embargo yo pensaba que era la única forma de estar arriba con el peso porque creaba masa muscular, pero era por mi herida de traición estar fuerte. También puedo reconocer la herida del rechazo, porque llego un momento que me puse 9 kilos abajo de mi peso, y era el tiempo que he vivido fuera de mi país, sintiendo la indiferencia de las personas que eran diferentes a la de mi país de origen, pero en la toma de conciencia y reconocimiento he tardado 6 meses en mi recuperación, ahora comprendo que lo que tienes en tu mente se manifiesta en esta realidad, era mi percepción la que me hacia vivir en ese sufrimiento. Por ejemplo, suelo decirme cuando veo en otra persona una actitud o comportamiento que me desagrada decirme si yo hubiese vivido la vida de esa persona talvez pueda ya ser igual a ella o el, ya cambia mi actitud y lo suelto dejando ir, para que mis heridas no se activen.
Milagros Ato G33