Más allá de las palabras que decimos o tratamos de ocultar, hay un lenguaje sabio que no sabe mentir: el lenguaje corporal. Este expresa los detalles que omitimos, las verdades que escondemos, las emociones que tratamos de enmascarar. Dicho lenguaje guarda ciertas reacciones que nos son innatas, por naturaleza actuamos de esta forma ante un posible peligro: huida, lucha & paralización.
Por lo cual, poner atención en el lenguaje corporal nos brinda un panorama más amplio durante la consulta. Es importante tener en cuenta la proximidad que presenta el consultante hacia el terapeuta, las condiciones ambientales & la situación en que se encuentre el consultante.