Para mi crecer en una familia donde los roles no estaban definidos fue bastante confuso, fui mamá de toda mi familia, mis padres y mis hermanos, por lo que esa fue una de las razones por las que decidí no ser madre pues sentía que ese rol lo había desarrollado ya bastante con ellos y no quería repetirlo más. Con el aprendizaje de esta materia me di cuenta de que además de esta falta de definición de roles también tengo muchas lealtades con mi madre y con mi hermano menor por lo que esa fue la razón de más peso que me hizo no volver a repetir los mismos síntomas y conflictos que vivieron ellos, mi amor por ellos hizo que por ningún motivo quisiera repetir esos mismos conflictos y mucho menos los síntomas, por eso decidí no ser mamá.
Por otro lado, como la mayoría de las mujeres mi rol de mujer lo dejé al final y lo sacrifiqué por mi trabajo, por mi familia y por otras cosas. Ahora es mi prioridad, hacer lo que realmente me gusta, identificar con mayor claridad mis objetivos como mujer y equilibrar mejor mi función masculina y femenina, de hecho siempre he sido mucho más masculina y uno de mis objetivos es equilibrar la balanza y desarrollar más mi lado femenino, tener actitudes, actividades, emociones y pensamientos más balanceados entre esas dos polaridades.
Madre no quise y tampoco pude serlo, pero si puedo seguir desarrollando y hacer crecer mi rol de mujer en mi familia, en mi trabajo y en mis relaciones sociales en general.