La calibración es el proceso de observar, identificar y comprender los patrones de comportamiento, señales no verbales y respuestas de una persona para interpretar su estado emocional. Esto implica prestar atención detallada, tales como microexpresiones faciales, tono de voz, posturas, respiraciones y gestos. Es importante entender como es el comportamiento normal del paciente para luego poder identificar los cambios que pueda reflejar el consultante. En conclusion, la calibración es una herramienta que nos permite tener una interacción mas efectiva, pudiendo lograr el objetivo final.