Al calibrar, puedes ajustar tu forma de comunicarte para que sea más efectiva y empática, adaptándote a las señales que la otra persona emite. Detecta estados emocionales: La calibración ayuda a identificar emociones y estados internos de los demás a través de su lenguaje corporal, tono de voz y expresiones faciales. Facilita la creación de una conexión de confianza y sintonía con otra persona, lo que es esencial en situaciones como coaching, terapia, ventas o liderazgo. Permite verificar si una intervención o comunicación ha tenido el efecto deseado, observando cambios en el comportamiento o estado emocional de la otra persona.