Previo a la materia de hipnosis creía al inconsciente como el enemigo acérrimo con el cual tenia que lidiar y luchar a muerte día y noche para poder lograr eliminar ideas limitantes que me impidieran expandirme. Hoy lo veo como el terreno fértil en el que al sembrar la semilla adecuada y cuidar con paciencia y amor dará lugar al árbol frondoso que me colmará de frutos inagotables.
Esta materia me ayudo a hacer los pases con el jaguar negro que merodeaba en la oscuridad en mis meditaciones.