Se formaría una humanidad más consciente, respetuosa y poderosa, ya que tendrían desde su desarrollo, las bases para la aceptación de su ser, de su esencia y se aplicaría en la relaciones humanas. Al mismo tiempo se estaría formando una nueva generación de seres humanos basados en el amor como primordial elemento para vivir la vida, mostrando respeto a todo ser vivo del planeta y principalmente hacia el mismo. Así también estarían conscientes de que todos somos parte del todo, por ende, la aplicación de las leyes desde temprana edad, daría cabida a que todo lo negativo que ahora nos rodea, si bien no puede eliminarse, bajaría potencialmente y se lograría desterrar creencias limitantes que nos tienen ahora sumidos en la ignorancia del verdadero ser.