Desde mi punto de vista, creo que las Leyes Universales a los 10 años ayudarían a abrir la consciencia de los niños, esto les ayudaría en sus capacidades en el ámbito académico y mejorar la relación con el entorno. En la parte académica les ayudaría a desarrollar más seguridad en sus aprendizajes y expresarse con mayor creatividad, mientras que en la relación con el entorno construirían sus relaciones con más respeto. Esto también les ayudaría a tomar consciencia de que no son seres individuales, como actualmente se está encaminando la sociedad, teniendo como base el solo ver por uno mismo, ser más individualistas y egoístas. Gracias a las Leyes Universales se darían cuenta que sus acciones tienen consecuencias, todo lo que hagan es importante, sea para bien o para mal (Causa y Efecto). Si los niños aprendieran y practicaran las Leyes Universales a esta edad, se estaría contribuyendo a crear futuras generaciones con valores más claros, siendo una sociedad de mejores personas.

Por todo esto, personalmente creo que las Leyes Universales se deberían enseñar de una manera muy básica desde el primer año de escuela, es decir, a una edad más temprana e ir profundizando en cada una de ellas a medida que se avanza en los siguientes cursos y los niños van creciendo. De esta manera, al terminar el ciclo escolar, las Leyes Universales ya forman parte de la vida de la persona, siendo un pilar fundamental en sus principios y valores, haciendo que actúen con mayor consciencia en su vida. Esto también ayudaría para disminuir y prevenir desde una edad temprana la violencia, acoso, bullying, inseguridades, etc. Contribuyendo en el desarrollo de las personas a que sean más seguros, capaces, felices, con capacidades para afrontar los retos y dificultades de la vida. Por lo tanto, el conocimiento de las Leyes Universales sería una herramienta que van a utilizar para cualquier área de su vida sin importar en la etapa en la que se encuentren.