Respuestas de foro creadas

Viendo 3 entradas - de la 1 a la 3 (de un total de 3)
  • Autor
    Entradas
  • en respuesta a: FORO GENERACIÓN 44 #183927

    Creo que actualmente mi columna vertebral, mi corazón y mi garganta reflejan más cómo me siento. A veces siento tensión o dolor en la columna, que representa el soporte de mis responsabilidades y cómo manejo las obligaciones que siento que no me corresponden. Mi garganta refleja las emociones que trato de aguantar y no expresar; cuando reprimo lo que siento, se acumula ahí una presión sutil. El corazón refleja cómo gestiono mis emociones y la conexión con los demás; cuando estoy sobrecargada emocionalmente, se siente como si se acumulase presión también en él. Me doy cuenta de cómo ciertas emociones se expresan físicamente en el cuerpo y de lo importante que es atenderlas.

    en respuesta a: G44 Biopsicología #181740

    En mi caso, crecí con un padre muy agresivo. Desde pequeña aprendí a mantenerme callada y a no causar problemas, porque sentía que todo lo que hacía podía generar un conflicto. Nunca me sentí protegida por nadie, ni siquiera por mi mamá, porque también le tenía miedo. Ver cómo a mi hermano menor lo trataban con más cariño me hacía sentir que yo no valía lo mismo.

    Con el tiempo, mi cuerpo y mi mente se acostumbraron a aguantar. Se formó una red neuronal que me hacía quedarme callada, no enojarme, no pedir nada. Pero eso cambió. Ahora me enojo con más facilidad, y aunque a veces siento que reacciono de más, también entiendo que por fin estoy expresando lo que antes no.

    Esta red neuronal que antes me ayudó a sobrevivir hoy me está enseñando otra cosa: que tengo derecho a decir lo que pienso, a poner límites y a sentirme segura. Ya no soy la misma, y aunque sigo trabajando en sanar, hoy sé que mi voz merece ser escuchada.

    en respuesta a: G44 Biopsicología #181723

    Soy hija del medio y desde pequeña viví con un papá muy agresivo, especialmente conmigo. Nunca me sentí protegida por nadie, ni siquiera por mi mamá, porque ella también le tenía miedo. A mi hermano menor siempre lo consintieron, y eso me hacía sentir aún más sola e ignorada.

    Eso me llevó a desarrollar una red neuronal basada en el miedo: aprendí a callarme, a no molestar, a evitar cualquier cosa que pudiera detonar su enojo. Me sirvió para sobrevivir, pero también me hizo muy insegura y con dificultad para poner límites.

    Con el tiempo, eso cambió. Hoy ya no me callo como antes. De hecho, ahora me enojo más fácilmente, porque ya no tolero lo que antes aguantaba. A veces exploto, y aunque estoy aprendiendo a manejarlo mejor, siento que mi cuerpo ya no quiere seguir reprimiendo lo que durante años guardé.

    Reconocer esta red neuronal me ha ayudado a entender mis reacciones y a trabajar en nuevas formas de responder, con más fuerza, pero también con más conciencia.

Viendo 3 entradas - de la 1 a la 3 (de un total de 3)
error:
Scroll al inicio