Ley de la Vibración: Nada descansa, todo se mueve, todo vibra, todo está conectado, todos son diferentes niveles de vibración. Ahora mismo yo no estoy vibrando alto, ahora mismo yo estoy vibrando en miedo, y estoy tratando de elevar mi vibración. Llevo ya un tiempo poniendo especial atención en todo lo que pienso y siento, y me doy cuenta que estoy vibrando en miedo, por mi nerviosismo. Lo que pasa es que me puse la meta de que hoy haría mi primer examen del curso de Biodesprogramación. Aún no he hecho el examen, se que tengo hasta el 20 de este mes para entregarlo, se que estoy preparada para hacerlo, pero aún así me entra un nerviosismo difícil de entender y por tanto difícil de controlar. Es un cuadro que ya he aprendido a identificar: primero procrastino, no enfocandome en lo más importante, y luego se desata mi nerviosismo y ansiedad, porque no estoy logrando mi meta. Sin embargo poco a poco me he ido calmando, antes no podía hacerlo, ahora lo haga gracias a que identifico mis pensamientos y sentimientos mucho mejor, y busco la raíz de donde viene mi problema. El simple hecho de poner atención a mis pensamientos y sentimientos, me hace restarles importancia, no caer en un ataque de pánico y controlar mi ira. Poco a poco me vuelve la calma, logro equilibrarme, logro ponerme por encima de mis emociones, y por ende, mi vibración sube.

Josefina Kazmierczak

En mi caso particular, cuando lei las Leyes Universales, sentí que mi caos encontraba sentido, de nuevo, y esto me dio mucha paz interior. En algunas de mis lecturas había encontrado citas relacionadas con el Kybalion, pero por una u otra razón nunca lo había leido. Leer la síntesis que ustedes nos proporcionaron volvió a darle sentido a mi vida, y recordé que hace muchos años, leí una cita basada en la apuesta de Pascal sobre la existencia de Dios, y decía, más o menos lo siguiente: «Puedo imaginar un mundo caótico, donde todo esta puesto al azar, o puedo imaginar un mundo donde todo tiene sentido, y cada cosa esta ahì por alguna razon». -y la cita terminaba diciendo- «La vida es una apuesta, y si se trata de apostar, yo apuesto por el sentido, APUESTO POR DIOS». Esta cita me impactó mucho pues era muy jóven y los vaivenes de la vida me habían alejado de Dios, y por consecuencia había perdido el rumbo de mi vida.. Conocer las Leyes Universales, volvió a reafiemar este sentido de identidad, y no pude evitar volver mi mirada al pasado e imaginar que hubiera sido de mi vida con el conocimiento y práctica de estas leyes desde que yo tuve uso de razón. La pregunta ¿Què pasaría si una persona aprendiera las Leyes Universales desde los 10 años? me hace retroceder a mi infancia, y me imagino siendo una niña educada bajo las 7 premisas Universales. De entreda, seguramente, esto hubiera aportado un soporte solido de seguridad y estima a mi temprana existencia. La creencia en un poder superior, en una inteligencia creadora del mundo en que vivía, seguramente me hubiera hecho salir de mi misma, desarrollar mi confianza y Fe en Él y su creación, y de esta manera, desarrollar también mi sentido de identidad y pertenencia a esa creación, regida por las mismas leyes que se aplican a toda criatura viviente. Pienso cuantos temores, ansiedades, fobias, frustraciones, sentimientos de culpa, vergüenzas… etc. me hubieran evitado. Todo ese desgaste de energía que perdí a lo largo de mi vida, guiada por el potro salvaje de mis emociones, se hubiera equilibrarlo, a través de estas leyes, y entonces hubiera sido más fácil para mí enfocar mi energía en llevar una vida más plena, más feliz y más presente.