Los niños en general tienen la capacidad de comprender fácilmente lo que se les explica o enseña. Si se le diera a conocer los principios de las leyes universales, podrían iniciar el desarrollo y conocimiento de su consciencia desde una edad más temprana y podrían conocer su capacidad de cuestionarse y entender la realidad. Tendrían la capacidad de aceptar a los demás evitando el juicio, podrían tener una vida más práctica y sin meterse en tantos problemas con los demás. Podrían ser más conscientes en su toma de decisiones y serían responsables desde pequeños de las consecuencias de sus actos.
Tendrían una mejor autoestima, justo para entrar a la adolescencia, conocerían la importancia de cuidarse, cuidar su cuerpo, su mente y su alma.