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Al hablar de creencias limitantes, debemos tener en cuenta que éstas, probablemente vienen de nuestro árbol transgeneracional y que en nosotros solo resuenan como lealtades, que validamos en nuestro inconsciente, instalándolas como un programa negativo en nuestra evolución. Pero la buena noticia es, que ese programa lo podemos cambiar; pensando diferente, con alta vibración, tomando consciencia, co-creando, analizando la intención con que lo hacemos, fluyendo sin apego al resultado y estando en el modo posibilidad.
Un ejemplo de cómo influyó la relación que tuve con mis padres, es la lealtad hacia mi madre. Ella estudió enfermería, se casó, nunca trabajo profesionalmente y se dedicó al hogar. Yo estudié la licenciatura de Química Farmacéutica Bióloga, me casé, nunca trabajé profesionalmente y me dediqué al hogar.
La relación que tenemos con nuestros padres es muy importante, porque son nuestro parámetro a seguir, nuestro ejemplo, de ahí que tendamos a repetir conductas y experiencias, que se manifiestan para tomar consciencia de ellas, cambiarlas y sanarlas. La finalidad es aprender a amar y a comprender. Cuando entendemos a nuestros padres y comprendemos el por qué actuaron de tal o cuál forma, aumentamos el sentido del amor y la comprensión.
Cuando me encuentro con un adicto, dependiendo de la situación en que se encuentre, de entrada puedo sentir miedo, miedo a cómo va a reaccionar, podría atacarme. Pasando la primera impresión, pienso ¿Qué le pasó? ¿Cuál es su historia? ¿Qué lo ha llevado a esa situación? ¿Dónde está su familia? Siempre me pregunto, ¿Qué podría hacer yo para ayudarle?
Cada vez que los miro, los compadezco mucho y pienso ¿ Que es lo que pactó trabajar, aprender y trascender, al venir a la tierra para que tenga ese sufrimiento?La familia es de suma importancia en la historia de una persona adicta. En la familia, es donde aprendemos a relacionarnos con los demás y a llenar nuestras necesidades emocionales. Cuando tenemos carencias emocionales, estas producen vacíos que son llenados desde afuera del núcleo familiar. Al tratar de llenar estos vacíos es cuando podemos caer en una adicción a alguna sustancia.
Para que una persona pueda ser hipnotizada se requiere que la persona esté dispuesta a hacerla, que tenga la capacidad de atención y concentración bien desarrollada en su cerebro. También que exista un buen rapport entre consultante y terapeuta para que exista tranquilidad y confianza en el ambiente, para poder realizarla sin resistencias.
