Por momentos en mi vida sentía una depresión muy fuerte, sentía la necesidad de partir de este mundo y lo peor de todo es que me sentía preparada para hacerlo pero otra parte de mi decía: NO, no me quiero ir, tengo muchas razones para vivir!. Jamás imagine que al sanar uno de los conflictos bucales, me daría cuenta, de que esa depresión, no me pertenecía a mí sino a mi clan. Al entregar la lealtad, se fue la depresión. Gracias!