¿Cómo influye nuestra relación con nuestros padres en la forma en que construimos y mantenemos nuestras relaciones amorosas y de amistad en la adultez? Comparto ejemplos o experiencias personales que ilustran esta influencia.
Yo viví en una familia disfuncional. Soy el noveno embarazo de mis padres (dos abortos mucho antes que yo) la septima con vida. Cuatro mujeres y tres hombres.
En el rancho vivieron mis padres con dos hijos y una hija. En Atlacomulco vivimos tres mujeres y un hombre; vivia tambíen con nostros una tia abuela.
Al hermano que nació antes que yo le dijeron que él era el último de la familia, el consentido. Cinco años despues llego yo, ya no fui bien recibida por él.
A los dos años y medio un taxista de «confianza» me trastalda del rancho a Atlacomulco y durante el viaje me manosea toda y quiza me amenazó o me golpeo o asustó
(me enteré hace poco). Segunda agresión fuerte, de otro hombre.
Yo me di cuenta que la influencia que recbí de mis padres en la forma de relacionamere con los demás fue muy importante, en la infancia como el 100 por ciento al igual que con mi hermana mayor que fue la que me cuidó y acompañó desde que yo tenía dos años y medio. Aprendí a vestir,comer, jugar, pensar, comportarme y resolver la vida como lo hacíaella, con creencias muy limitantes. Yo vivi con mucho miedo, tristeza y angustia… nadie supo ni se imaginó lo que me hizo el taxista. Pienso que de estas dos agresiones nació mi miedo a convivr con los niños de mi edad( y después en la etapa adulta) además de que no me dejaban salir sola a la calle ni a hacer tareas en equipo. Mi papá le dijo a mi hermana mayor que ya teniamos casa para no andar «de arrimados en las casas ajenas,» ni andar vagando por la calles. de niña, adolescente y jovencita, viví la rutina de ir de casa a la escuela y de egreso a casa sin tardarnos mucho tiempo. Los sabados ir a la doctrina, religion católica ( tuve una tia monja, había que cumplir ciertos reglamentos aunque ella viviera lejos). Los dimingos ir al tianguis a comprar la fruta y la verdura e ir a misa de una de lat arde y saliendo degustarnos una nieve artesanal de las que hacen acá.
A mis padres solo los veia en vacaciones cuando iba al rancho donde vivian. Ahi no podia sentarme en la cama, hasta quitar y doblar la colcha o sobre cama, tampoco podia brincar arriba de ella ni jugar con las almohadas.
Las servilletas y los manteles bien lavados, blanqueados y planchados con almidón. Había vajillas para las visitas y para todos días usabamos platos de peltre.
Mi mammá exigia que cuidaramos todas nuestras cosas para que nos duraran mucho tiempo y en buen estado.
Tenía trastos exclusivos para comida con grasa y otros para comida sin grasa. Así mismo se tenían que lavar los trastos, primero los que no tenian grasa, luego con una escobetilla quitar los restos de comida, ensegui tallar todo con jabón y enjuagar muy bien porque si quedaban «como con lagrimas» mamá decía que «los trastes
lloraban» porque no los habían lavado bien. El recipiente donde se diluia el jabon roma, tenia quedar sin rasgo de comida. y había una jerga solo para limpiar la mesa y el bracero.
Rezabamos en Rosario todos los dias a las ocho de la noche, Mi papá dirigía el rezo. Era mucha tensiíon nerviosa para mí vivir allá en vaciones, casi siempre me enfermaba de la garganta, no expresaba mis emociones. Los grandes tampoco expresaban sus emociones, solo gritaban regañaban y enjuiciaban por no hacer las coas «como debían ser».
Viví muchas injustucias,burlas, críticas negativas, abusos psicologicos y de tipo sexual (con dos hermanos) todos mayores que yo. Cuando fui adolescete mi hermana mayor me dijo que tuviera mucho cuidado con los hombres que porque ellos solo nos querían «para chingarnos» (tener relaciones sexulaes) y dejarnos.
Cuando terminé la carrera profesional, le dije a mi mamá que me queria ir a vivr sola aun departamento en renta. Me acuerdo que la respuesta fue o entendí que tenía que salir vestida de blanco para casarme y poder salir bien. Ya que las tres hermanas mayores fueron madres soltera, aunque una solo se caso por el civil.
Con este panorama me casé como con el primero que pasó. Con otras costumbres, creencias y tradiciones… me divorcié después de mucho sufrimiwnto y por fin empecé a ver un rayo de luz en las primeras terapias donde empece a modificar mis costumbres heredadas desde la infancia y ahora en plenitud con todo lo que estoy viviendo, aprendienco y comprendiendo.
Gracias por leerme. Silvia Glafira Rivas Domínguez.